Una empresa sin estrategia BIM es como un viaje en automóvil sin GPS
Imagina que te subes a un automóvil con destino a una ciudad que no conoces. No llevas un mapa, no tienes GPS y ni siquiera sabes exactamente qué ruta tomar.
Solo sabes a dónde te gustaría llegar. Avanzas, preguntas a otros conductores, haces paradas innecesarias, tomas caminos equivocados y al final, quizá llegas… pero con retrasos, frustraciones y un consumo excesivo de recursos.
Eso mismo le ocurre a una empresa que decide implementar BIM sin una estrategia clara: entra en un camino con enormes oportunidades, pero sin una dirección concreta, sin planificación, y con alto riesgo de desviarse de sus objetivos.
¿Qué es una estrategia BIM y por qué la necesitas?
Una estrategia BIM no se trata simplemente de adoptar herramientas digitales o modelar en 3D.
Es un enfoque planificado, alineado con los objetivos del negocio, que define cómo se usará BIM en los proyectos, quién será responsable de qué tareas, cómo se gestionará la información y cómo se medirá el éxito.
Adoptar BIM sin una estrategia es como tener un GPS apagado: tienes tecnología, pero no sabes cómo usarla eficazmente para llegar a tu destino.
Veamos por qué es fundamental contar con una estrategia BIM y qué consecuencias tiene no tener una:
1. Sin estrategia, no hay objetivos claros
Uno de los principales errores de muchas empresas es implementar BIM porque “todos lo están haciendo” o porque algún cliente lo exige.
Pero sin una estrategia clara, no se define para qué se quiere BIM: ¿Reducir errores de obra? ¿Mejorar la coordinación? ¿Cumplir con requisitos normativos? ¿Optimizar el mantenimiento del activo?
Una estrategia BIM define metas concretas y medibles, como por ejemplo:
Reducir los retrabajos en obra en un 30% gracias a la detección temprana de interferencias.
Estandarizar la documentación de proyecto en todos los equipos.
Implementar un Entorno Común de Datos (CDE) para centralizar la información.
Sin estos objetivos, es imposible evaluar si la implementación está funcionando o no.
2. La estrategia guía la toma de decisiones tecnológicas
Muchas empresas invierten grandes sumas en software sin tener claro cómo se integrará con sus procesos, cómo lo adoptará su equipo o si es compatible con los sistemas de sus socios.
Una estrategia BIM te permite:
Elegir herramientas alineadas con los procesos de la empresa.
Definir flujos de trabajo eficientes entre disciplinas.
Capacitar a los equipos de forma progresiva y con sentido.
Evitar la fragmentación de la información y la duplicación de tareas.
Optimizar los recursos y los procesos de trabajo.
Es como elegir un auto de alta gama para viajar sin saber si tienes licencia de conducir o si el camino requiere un 4x4. No todo es el software: el valor está en cómo lo usas.
3. Evita la improvisación y las decisiones reactivas
Una empresa sin estrategia vive apagando incendios: corrigiendo errores en obra, rehaciendo documentación, o cambiando procesos sobre la marcha.
Con una estrategia BIM definida, se pasa a un enfoque proactivo, anticipando problemas y alineando a todo el equipo hacia un mismo rumbo.
Además, permite tomar decisiones basadas en datos y no en intuiciones: puedes saber en qué fase del proyecto se generan más conflictos, qué equipos necesitan más soporte o cómo se están cumpliendo los plazos.
4. Facilita el alineamiento entre equipos y áreas
Uno de los mayores desafíos en la industria AEC es la coordinación entre disciplinas y departamentos. BIM puede mejorar drásticamente esta colaboración… si se aplica con estrategia.
Una buena estrategia BIM define:
Roles y responsabilidades claros (por ejemplo, quién lidera el modelado, quién revisa, quién publica la información).
Un lenguaje común entre áreas (nomenclaturas, niveles de detalle, usos del modelo).
Canales y frecuencias de comunicación entre actores del proyecto.
Cuando esto no existe, cada equipo avanza con su propio “mapa” y terminan colisionando o duplicando esfuerzos.
Por eso es necesario planificar el proceso de implementación dentro de los equipos de trabajo y determinar quienes tomarán las decisiones y que tiempo se le destinará a la implementación mientras se trabaja en paralelo con otros proyectos.
5. Te prepara para competir en nuevos mercados
Cada vez más licitaciones, especialmente públicas e internacionales, exigen que los participantes trabajen con BIM bajo ciertas normas (como la ISO 19650). Una empresa con estrategia puede prepararse para estas oportunidades:
Definiendo procesos conforme a estándares internacionales.
Documentando sus capacidades BIM.
Entrenando a sus equipos en metodologías modernas.
Sin estrategia, es difícil cumplir con estos requisitos o demostrar experiencia frente a potenciales clientes.
¿Qué debe incluir una estrategia BIM?
Una estrategia BIM no es un documento complejo que guarda el gerente en un cajón. Debe ser un plan vivo, accesible y aplicado en cada proyecto. Algunos elementos esenciales son:
➤ Visión y objetivos BIM
¿Qué quiere lograr la empresa con BIM en los próximos 1 a 3 años?
➤ Evaluación del estado actual
¿En qué punto están hoy los procesos, habilidades, tecnología y cultura interna?
➤ Plan de implementación
¿Cuáles son los pasos concretos a seguir? ¿Qué proyectos se usarán como piloto?
➤ Roles y responsabilidades
¿Quién lidera la estrategia? ¿Qué funciones tienen los coordinadores, modeladores, responsables de calidad?
➤ Estándares y protocolos
¿Qué estructura de carpetas? ¿Qué herramientas se homologarán?
➤ Capacitación y cambio cultural
¿Cómo se formará al equipo? ¿Cómo se motivará a los líderes y mandos medios?
➤ Indicadores de éxito
¿Cómo se medirá la eficiencia, calidad y colaboración?
Casos reales: cuando la falta de estrategia cuesta caro
He trabajado con empresas que comenzaron a modelar en BIM sin ninguna planificación.
En un caso concreto, un estudio de arquitectura invirtió meses en modelado sin definir un alcance claro con la constructora para la planificación en obra.
Resultado: la mayoría del modelo no fue utilizado y hubo que rehacer documentación en CAD para cumplir con plazos.
En otro caso, una empresa de ingeniería aplicó BIM solo en la etapa de diseño, pero nunca pensó cómo integrarlo en obra.
El modelo quedó desactualizado, el contratista no lo usó, y se perdieron todos los beneficios esperados.
Conclusión: no salgas a la carretera sin rumbo
BIM no es el destino, es el vehículo. Pero para llegar a un lugar claro, necesitas un GPS. Y en las empresas, ese GPS es la estrategia BIM.
Sin ella, puedes tener buenos profesionales, buenos programas, y aun así no lograr resultados sostenibles.
Con ella, puedes convertir la innovación en una ventaja competitiva real, generar valor en cada etapa del proyecto y crecer con una base sólida.
¿Tu empresa ya tiene una estrategia BIM clara? Si no es así, este es el momento de ponerla en marcha. Como cualquier viaje, comienza con una decisión: dejar de improvisar y empezar a planificar.
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▶️ Cómo diseñar una estrategia BIM alineada a los objetivos del negocio.
▶️ Qué procesos dejar atrás y cómo introducir nuevas
formas de trabajar.
▶️ Cómo medir el ROl de la implementación BIM.
▶️ Cómo liderar el cambio dentro de tu empresa, sin improvisar.
▶️ Casos reales de decisiones estratégicas, errores frecuentes y claves para avanzar con seguridad.